"El buen pescador siempre es asimétrico. En tierra 2+2 son cuatro, en la mar no, la lógica no se da en la mar"
Horcón es una caleta ubicada en la costa central chilena, a espaldas del conglomerado industrial de Ventanas, denominada “Zona de Sacrificio” por provocar altos estándares de contaminación a los habitantes de la comuna de Puchuncaví. El 21 de agosto de 2018 una nube tóxica se propagó en la comuna provocando la intoxicación de 301 personas, resultado hospitalizadas 105 de ellas. Se decretó alerta amarilla, se suspendieron las clases, y aún las consecuencias son difíciles de estimar. La visibilización de esta crisis provocó una primera respuesta del presidente Piñera,que decretó cerrar las plantas de carbón y prohibir su implementación para el 2040. Las protestas sociales provocaron que la cámara de diputados aprobara que esta ley se aplicase para el 2025. Con todo, aún hay mucho por hacer pues dicha fecha está sujeta a cambios y cuestionamientos.
Termoeléctricas de carbón, industrias petroleras, terminales de gas licuado e industrias químicas, entre otras, comparten costa con la playa de Horcón. Pero la contaminación del aire del agua no llega a ser el principal problema para los pescadores. Trabajan bajo una ley de pesca que favorece a la industria pesquera, acotando el espacio de pesca artesanal, aplicando sanciones e incluso anulando los permisos para nuevos pescadores artesanales. La influencia de empresas sobre politicos que defendieron sus intereses económicos generó una polémica reciente. Los pescadores de Horcón no sólo intentan abastecerse en uno de los mares más contaminados del país, sino que además enfrentan las continuas trabas sociales y políticas de una ley de pesca diseñada a medida de empresas pesqueras.
¿Pero quienes son los habitantes de Horcón, cuál es su manera de habitar? Esta caleta en otro tiempo se caracterizaba por ser provechosa de recursos y que en los años 80 era conocida como una escena de la bohemia nacional. En la antigüedad de Horcón se pescaban albacoras de varios cientos de kilos, en un bote de madera, navegando 7 horas a alta mar sin instrumentos de navegación. Las historias de los abuelos de Horcón, como Don Milton, que desde sus 18 años buceaba con escafandra, y hoy tiene 94 años, son historias de hazañas épicas. Esas historias se perderán con ellos.
El carácter del pescador es el de quien lleva una vida montada sobre la incerteza del mar, una fiera negra que lo alimenta a la vez que amenaza con quitarle la vida. La historia de Horcón es de quienes han vivido a la intemperie, en plena vulnerabilidad, frente a la subida de días de fortuna en alta mar, y la bajada de días largos en la playa sin poder salir a pescar y no tener más que pan. ¿Cómo se llevan los pescadores de Horcón, entre estos días de arbitraria fortuna y adversidad?
Agradezco a Mauricio Toro Goya por acompañar este proyecto mediante una tutoría y a Santiago Escobar, Gihan Tubbé y Musuk Nolte por el apoyo en edición.